miércoles, 30 de noviembre de 2011

Capitulo X; celoso sin motivos


-Espera un momento Gweny ,¿me estás diciendo que Gideon se ha puesto celoso, y encima de Gordon?-me dijo Lesley- Es la cosa más estúpida que he oído en mi vida.
-Ya, al principio creía que me lo decía de broma, y me parecía muy mono, pero luego se ha puesto celoso de verdad, y no lo he resistido, asique me he ido de su casa-le dije derramando lágrimas.
-Bueno Gwendolyn, seguro que lo arregláis, ya veras, seguro que es un enfado tonto-me dijo en un intento fallido de consolarme.
-Pues eso espero, pero yo no le voy a llamar, que me llame él, que es él el que se ha puesto hecho una furia, asique que me llame él.
-Bueno mira porque no te vas a dormir que ayer no dormiste nada, y además mañana tenemos colegio-me dijo mi gran amiga.
-Está bien, mañana nos vemos y hablamos, y ahora voy a llamar a Raphael para que hable con Gideon-me dijo, le quise decir que no lo hiciese, pero ya había colgado.
Me quite el vestido, y ni me moleste en dejarlo en su sitio, sino que lo deje tirado en el suelo. Me puse mi pijama, y me metí en mi cama. Me quedé dormida al segundo, pero recuerdo que mi último pensamiento fue porque se puso así de celoso sin motivo alguno.
A la mañana siguiente me despertó un rayo de luz que entraba por mi ventana. Mire el reloj y vi que todavía quedaba un rato para que mis hermanos se despertasen, asique aproveche para darme una ducha con toda la calma del mundo, lavarme el pelo, y luego secármelo con calma.
Después de hacer todo esto me puse el uniforme de la escuela. Y justo apareció Xemerius cantando la canción de Friends will be friends, la misma canción que cantaba el día que nos conocimos.
-Valla, parece la bella durmiente al fin se ha despertado, y se ha vuelto a poner su camisa de color pipí, que al parecer tanto le gusta.
-Hola a ti también, donde has estado estos días, no te he visto mucho últimamente-le dije sonriente.
-Pero si eres tú la que no apareces por casa, anoche te vi, pero te fuiste derecha a tu cuarto, y cuando entre a la media hora, estabas dormida, es que claro tanto irse al pajar cansa ¿no?
-Pero bueno, no tienes ni idea de lo que estás diciendo, además nos hemos peleado-dije muy triste.
-Ay te vas a volver a poner a llorar otra vez, asique lo mejor es que me valla, porque no puedo soportar a las chicas lloronas-dijo atravesando la pared de mi habitación.
-¡Insensible!-le conseguí gritar antes de que desapareciera por la puerta. En mi rostro apareció lo que parecía ser una pequeña sonrisa.
Bajé corriendo las escaleras para desayunar cuando ya había escuchado algún que otro chillido de Caroline, porque no se quería levantar.
Cuando llegué a la mesa estaban desayunando Charlotte y la ti Glenda, cada una con su desayuno de siempre.
-Hola-les dije cuando me senté, pero no obtuve respuesta de ninguna de las dos, no entendía porque, creía que lo había arreglado con Charlotte, pero cuando la mire me puso una sonrisa, por lo que supuse que no me dijo nada por su madre.
-¿Ya estas mejor Charlotte?, ¿hoy vas a ir al colegio?-le pregunte con una sonrisa, pero la que contesto fue su madre.
-No, no va a ir al colegio, pero tiene puesto el uniforme del colegio, y se ha levantado pronto, por gusto-me dijo irónicamente. No me moleste ni en contestar, asique me tome mi desayuno lo más rápido que pude y salí por la puerta para ir al colegio, sin despedirme ni siquiera de mis hermanos.

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